1.- Siempre que tengas que trabajar con bandas o grupos desconocidos para ti (o tú lo seas para ellos), presentante con tu nombre y con una sonrisa “hola mi nombre es….. y voy los voy a estar ayudando en el sonido, cualquier cosa que necesiten me lo hacen saber…” cuando dices esto abres una puerta de buena comunicación y respeto para los demás, pero también significa que te pueden pedir desde que le subas el volumen al monitor, hasta un vaso de agua y ambas cosas deberías poder hacerlo con toda amabilidad.
2.- El hecho que estés a cargo del equipo de sonido o seas el que más sabe del tema en la iglesia, no quiere decir que tengas que ser un mal educado y dictador que no acepta consejos ni sugerencias, todo lo contrario, parte de tu trabajo es hacer sentir lo mejor que puedas a los que están sobre la plataforma, para que ellos libremente puedan desarrollar su trabajo sin tener que estar concentrados en algún detalle que tenga que ver con el sonido.
3.- Antes de empezar cada reunión, no importa el número de asistentes ni donde te toque trabajar, tómate un tiempo para orar y pedir que Dios te guie para ser un canal de bendición y que el sonido sea una herramientas más que permita que fluya todo, que Dios no te permita ser un obstáculo ni una distracción.
4.- Cuando se den cuenta en la congragación que necesitan renovar o adquirir algún equipo y si requieren tu opinión, trata de darla con información, busca en foros de internet, consulta con profesionales u operadores de otras iglesias, y siempre trata de buscar lo mejor dentro del presupuesto con el que cuentan, trata de ser un buen administrador.
5.- Este ministerio es silencioso, por lo tanto no estés esperando grandes reconocimientos de parte de nadie, seguro que cuando haya algún ruido feo en el equipo todo el mundo de volteará a la consola, pero cuando sale todo perfecto, nadie va a nota que estabas ahí, debes tenerlo claro y asumirlo, para no sentirte ofendido ni menospreciado.
6.- Siempre vas a estar dentro del grupo de los primeros en llegar y los últimos en irse, así debe ser, ánimo!!
7.- Imagina que Dios con todo su poder, teniendo miles de ángeles a su disposición para servirle, también te escogió a ti para servirle, con este ministerio, nunca te olvides de agradecerlo. No le hacemos un favor, ni a la iglesia, ni al pastor, ni mucho menos a Dios. Nosotros mismos somos los beneficiados al ponernos a su disposición para hacer lo que él quiera.