Desde el comienzo de la vida del hombre, Dios le ha hablado, aunque parece ser que antes de la caída del hombre podríamos pensar que Dios se relacionaba con él de forma mucho más directa, en el capítulo 2 de Génesis, se puede observar como Dios se relaciona con el ser humano, hasta que llegamos al capitulo 3:8 “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto”. Podemos notar que algo cambio entre la relación de Dios y el hombre, parece ser que la desobediencia del hombre y la mujer rompieron cierta forma de relacionarse, y se hace referencia a solo la voz de Dios, como medio de comunicación, y no sólo eso, sino que al contrario de lo que sentían Adán y Eva antes, ahora la voz de Dios los hace sentir miedo o vergüenza, que hasta los hace esconderse.
Desde Entonces Dios ha usado muchas personas, elementos e incluso animales, como medio de comunicación con el hombre, pero uno de los medios más recurrentes que vemos en las escrituras, sobre todo en el antiguo testamento, es su propia voz.
Y tal vez usted como yo, alguna vez nos hemos preguntado ¿cómo será el sonido de la voz de Dios?, no tengo la respuesta exacta a esa pregunta, lo que si puedo ver en la biblia es, que la voz de Dios representa mucho de su personalidad, la capacidad que tiene Dios de adaptarse a la situación, persona, lugar, momento, etc.
Es el mismo Dios, que llama a Abraham y le promete hacer de él una gran nación, cuando Abraham con su mujer no podían tener hijos (Génesis 13:14). La misma voz que habla a través de un arbusto, que arde y no se consume, llama a Moisés para hacerlo líder en la liberación de su pueblo esclavo en Egipto (Éxodo 3). Su voz también puede ser un silbo apacible y delicado hablando, como lo hizo con Elías para indicarle un plan e infundirle aliento, tras ser amenazado de muerte por Jezabel (1 de Reyes 19).
Dios, por medio de su voz, puede llamarnos como a Samuel (1 de Samuel 3)o a Saulo (Hechos 22), incluso su voz da testimonio de su hijo Jesucristo (Lucas 3:22) o nos muestra su gran poder que hace que lo relacionemos con un “estruendo de muchas aguas, como truenos” (Apocalipsis 14:2).
El sonido de su voz puede llegar a ser tan potente; como tierna, puede infundir aliento, como darte un plan, puede revelar el futuro; como describir el pasado, puede producir paz; como miedo.
Hoy más que nunca necesitamos y debemos escuchar su voz, hoy que hay tanto ruido en el ambiente “enmascarando” nuestros sueños, nuestros propósitos de vida. No sólo para estar detrás de una consola, sino para vivir, necesitamos sabiduría para manejar nuestras finanzas, nuestras relaciones, nuestras familias, todas las decisiones que tomamos diariamente necesitan de la voz del consejo, de el que nos creó. Escuchar su voz y seguir su consejo es la única esperanza que tenemos para vivir íntegramente y cumplir nuestro propósito de vida, todo lo demás es una imagen, una mentira como dice el sabio Salomón en su libro de Eclesiastés, “todo es vanidad”.
No tengo una respuesta única para la pregunta del comienzo de éste capítulo, lo si puedo darme cuenta es que Dios siempre ha querido y quiere comunicarse con el ser humano, su voz está vigente hoy para nosotros, está hablando constantemente, a veces nos cuesta oír, pero ese es otro tema. Hoy tenemos su voz, a nuestra disposición a través de su palabra, y si hay casos donde algo requiere cierta explicación, si vemos que algo nos supera y no lo podemos entender, tenemos maestro las 24 horas del día a nuestra disposición para preguntar y dejarnos enseñar:
Juan14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.