(Lucas 5:3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud).
Este pasaje es muy interesante porque nos muestra algunos detalles que nos pueden servir a la hora de desarrollar una determinada labor o “ministerio” dentro de la iglesia, hablando de los aspectos técnicos o logísticos de dicha tarea.
En Primer lugar tenemos que hacernos dos preguntas:
1.-¿qué vamos a hacer? Y
2.-¿porqué o para qué lo vamos a hacer?
En el caso del texto que acabamos de leer, la respuesta a la primera pregunta es, Jesús quería enseñar a la multitud (qué vamos a hacer), necesitaba un espacio físico donde comunicar su mensaje, una ubicación estratégica donde una multitud lo pueda ver y oír. La orilla del mar, es un buen lugar para eso, a veces tiene cierta pendiente donde el que está en la parte de la arena puede estar levemente más alto que el que está en el mar, por otro lado la brisa marina ayuda a que la voz pueda propagarse con más facilidad y sin tanto esfuerzo de parte del exponente. Y la orilla ayuda a que la multitud se mantenga ordenada en un determinado lugar y distancia, dando gran margen de movilidad al que está exponiendo.
La respuesta a ¿porqué o para qué lo vamos a hacer? podríamos decir que Jesús necesitaba comunicar su mensaje, eso también era parte de su ministerio, revelar los misterios del reino de Dios. En ese sentido Jesús usó la creatividad para improvisarse un escenario, usando parte de los elementos con los que contaba en ese momento, el propósito era hablar para que la gente pueda ver y escuchar el mensaje que iba a cambiar sus vidas para siempre, por lo tanto las herramientas que tenía a mano en ese momento eran: la playa, las barcas, el mar. Y los usó de manera eficaz.
Nosotros en algunos momentos nos mareamos trabajando en cosas que no tenemos claro qué es, ni para qué lo estamos haciendo. Por eso es importante a la hora de recibir instrucciones de alguna actividad, conocer al máximo los detalles de la organización y el propósito de esa actividad. No es lo mismo, armar un sistema de sonido para una conferencia, donde solo hay un exponente a armar un sistema para un festival donde hay dos o más bandas musicales participantes. Así como por ejemplo actividades donde la proyección de video es parte central de la actividad. El lugar donde poner los bafles, donde situar la consola, los tipos de micrófonos que vamos a usar, etc. Mientras más información tengamos del tipo de actividad y como se va a desarrollar, mejor podremos organizar nuestro equipo, para que la actividad sea un éxito, por lo menos en lo que a nuestra labor corresponda.
Por otro lado también a veces nos desanimamos por los escasos recursos que tenemos, pensamos que podríamos tener mejores herramientas para servir mejor, y lamentablemente este es un sentimiento que tenemos en algún momento todos los que trabajamos con aparatos de electrónica y tecnología. Pero lamentablemente es un sentimiento que si no se lo controla, te hará sentir frustrado y desanimado siempre, porque cada día están saliendo productos nuevos al mercado, nuevas tecnologías, con muchas más prestaciones, y lo que te compraste hoy como última moda, mañana ya quedó en el pasado, porque la marca de la competencia sacó otro modelo con lo mismo que tiene tu aparto y le añadieron algunas características más. Es en este sentido que me concentro en el ejemplo de Jesús que leímos al principio, él tenia una actividad que realizar, que era predicar a una multitud, pero no se desanimó, por no tener un escenario adecuado, ni una buena iluminación, ni equipo de sonido, sino todo lo contrario, usó los recursos que tenía a mano en ese momento e hizo lo que tenía que hacer. Tratemos de hacer lo mejor posible con lo que tenemos, averigüemos las marcas y modelos de nuestros equipos, busquemos información en internet, de su completo funcionamiento, leamos sus manuales de instrucción, etc. ¡¡Saquemos el máximo provecho de las herramientas que tenemos!!
Tal vez llegue el momento que nos demos cuenta que nuestras herramientas son versátiles, y que por medio de ellas se pueden lograr otros objetivos que no estaban incluidos en su propósito inicial, tal vez tocando tu arpa te des cuenta que es posible que alguien atormentado por demonios pueda ser libre, que golpeando una roca pueda salir agua en medio de un desierto, usando una pequeña barca puedas dar un mensaje de salvación y esperanza, o detrás de una consola puedas operar el sonido de forma precisa y especial, para que alguien escuche la voz de Dios a través de su palabra.